En las esculturas de Brian Griffith (2005-2007), encontramos nuevas maneras de entender la experiencia de un espacio, a través de la manipulación de ‘branding’, escala, y lugar. En el caso del barco, surge de la materialidad (siempre rara) del ‘piso de madera’ (de piso, o plano 2d, a objeto 3d; cabe notar que los modelos de barcos, que suelen encontrarse dentro de botellas, son los ejemplos perfectos de elementos 2d alzados a 3d). Y las esculturas de caras, buenos ejemplos de efecto ambiguo (son falsas, caricaturas, pero al mismo tiempo reales, como las grandes esculturas prehispánicas; y sus materiales reflejan su contexto; en el caso del panda, las orejas tienen una relación directa con los 2 arcos que casi se esconden atrás).
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